miércoles, 27 de agosto de 2008

leyendo a Master Choa Kok Sui

La Regla de Oro
La Regla de Oro, aplicada de forma positiva o negativa (Yang y Yin), producirá armonía en la vida de la persona y lo protegerá de las vicisitudes de la misma. Si la Regla de Oro fuere aplicada por la mayoría de las personas y por las naciones, se lograría la paz mundial.
La Regla de Oro ha sido universalmente enseñada:

" No hagas a los otros lo que no quieras que te hagan a ti" .
Confucio

" Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros".
Lucas 6:31

" Esta es la suma de toda rectitud verdadera: Tratad a los otros como vos os trataréis. No hagáis nada a vuestro vecino que no queráis que os hicieran después" .
Mahabharata

" Lo que vos no deseáis para vuestra persona no deseéis a alguien más".
Dhammapada
Sabiduría de Buda

" Noble religión es querer para el prójimo lo que se quiere para sí mismo, y lo que se encuentre doloroso, se encuentre doloroso también para los demás".
Korán

El hombre del impermeable negro

Soledad, había en su rostro... Tristeza, en sus ojos.
Cada día al caer la tarde, cuando el sol se va acostando en el horizonte y el cielo se viste de un rojo degradé, que va de intenso brillante a opaco suave, el hombre del impermeable negro camina por las callecitas del pueblo. Deambula cabizbajo hasta la estación de trenes, allí, espera por dos horas.
Los maquinistas, los guardas, el boletero,... todos lo conocen y lo saludan con mucho respeto.
Nadie sabe a quién espera, qué va a buscar, los vecinos dicen que espera al hijo que se fue a la guerra, otros dicen que espera a la mujer que lo abandonó. Los más pequeños, temerosos, pensaban que era Rondita, el viejo de la bolsa,... que si no comían o si no se portaban bien, se los llevaría en el tren.
Un día, el señor del impermeable negro no paseó su figura por las calles del pueblo, ni llegó a la estación de trenes, provocando la locura colectiva del vecindario. Para alimentar el chismerío, los vecinos fueron, atrevidamente, hasta su majestuosa casona, siempre en penumbra, pero ese día estaba iluminada, y, se escuchaban los hermosos acordes de un piano.
Música que nunca habían oído.
Al acercarse a la ventana observaron al señor del impermeable, que vestía una blanca camisa de seda, lucía el rostro más radiante jamás visto, y,... tocaba muy dulcemente el piano.
Una niña de cabellos rojizos con rizos muy largos, sacaba de una gran caja papeles, que parecían partituras y se las entregaba con mucho amor al pianista, diciéndole:
«Papá, toca otra». -

Cuento corto de mi autoría. Espero te guste.


domingo, 24 de agosto de 2008

Un paseo por el puerto de Olivos


Día domingo, 20º de temperatura, día espléndido a pleno sol.

Con un día así, ¿qué hacés?...Salís, no te vas a quedar en casa.

¿Adónde vamos?, podríamos ir a Costanera Sur, tomar sol, ver las reformas.

No, mejor el puerto de Olivos, es más cerca, y es medio tarde.

Llegamos 11,30hs, elegimos un sitio al lado del río. ¡Espectacular! Un lugar muy conocido en Olivos. Desde allí, veía el club naútico y todas las pequeñas embarcaciones esperando por sus dueños, un río marrón no muy limpio, un certamen de veleritos que parecían hacer cabriolas. Pajaritos, unos que pían, otros que cantan y algunos que te visitan a la mesa para que le des una miguita.

El sol cálido, realmente cálido, por ser invierno. Y, en la mesa, el clásico cafecito.

Todo te da placer, aire puro, sensación de libertad, gente linda, caminando en familia, haciendo deportes.

Los restaurants preparan sus mesas para los comensales del mediodía...

Observo que a una mesa vecina le traen un generoso plato de rabas fritas con gajos de limón, miro en la carta el valor de $37, una ensalda completa...$18, un chop y una coca cola...las bebidas no miré. Digo, a quién se le puede ocurrir acompañar rabas con coca?. Bueno, en gustos, no hay nada escrito.

Muchas familias llegan dispuestas a disfrutar del lugar, del día, se ubican y luego de mirar la carta, disimuladamente, se levantan y se van. ¿Caro?, si muy caro.

Otra cosa observé, vino una persona discapacitada y no le permitieron entrar porque era el horario de servir el almuerzo, cuando había muchas mesas vacías, y los presentes, no todos estaban almorzando.

Siempre me quedará la duda, si no la dejaron entrar por el pretexto del almuerzo o porque era discapacitada.

lunes, 18 de agosto de 2008

Agosto,...homenaje al Padre de la Patria

¡Cómo han cambiado los tiempos!,...te acordás cuando recordar al Gral José de San Martín, era un verdadero homenaje. ¡Cuántas cosas se han perdido! Ayer 17 de agosto, y hoy, 18...el feriado,...por el aniversario de la muerte del prócer, no he escuchado de actos recordatorios de parte de ninguno de los gobiernos de turno(nacional, municipal, provincial, porteño), tal vez no he mirado suficiente televisión o no he escuchado la radio.
En las calles tampoco se vive el espíritu patriótico, no hay banderas en los balcones. Perdón, ayer en la Gral Paz a la altura de los puentes de Superí, observé dos grandes banderas desplegadas al viento.


Qué mal estamos, para olvidar a nuestros ancestros, a nuestros héroes, a los que dieron sus vidas para forjar una nación independiente.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Un hombre,...una vida







Marcos Levit (¿entrega final?,...veremos)















(Vistas de las playas del nordeste de Basil)

La niña creció, hizo su secundario y en la UBA estudió medicina. Se estaba por recibir, cuando una día cálido de primavera fue a saludar a su abuela y la encontró dormidita.
Así la recordaría, dormida, en paz y con en el rostro una expresión de alegría, como si algún conocido la hubiese venido a buscar.
Marcos tenía 56 años cuando su tía Judit mandó a buscar a Helena, pues estaba necesitando una médica dermatóloga, la especialidad elegida por la joven, para su clínica de Niza.
Hacia allí fue Helena, se radicó en la ciudad veraniega y se casó con un médico amigo de la familia de Judit.
La soledad, no era lo que le pesaba a Marcos, le habían pasado tantas cosas, había vivido tanto, se daba cuenta que había crecido espiritualmente,…que su lugar en el mundo, ya no era esa casa, ni ese trabajo.
Decide tomarse, no un año sabático, sino tres años.
Deja a su socio a cargo del negocio y alquiló las dos casas, todo sería administrado por su hermana, quien le depositaría en una cuenta la parte del dinero que le correspondiere.
Recorriendo las costas de Brasil, país que amaba por sus playas, su clima, su gente, llegó a la región del norte, a un lugar aún silvestre, no muy explotado.
Se asocia con un brasilero, abren una barraca frente al mar, allí vivían cocinaba y atendía a turista y nativos. Le enseñó a su socio a trabajar la arcilla y vendían piezas de cerámica que él mismo cocía.
En ese lugar, Marcos, encontró paz, parecía haber encontrado su paraíso tan buscado en esa villa marítima.
El amor había llegado muy temprano en su vida, pero, así de temprano, partió,... dejándole una maravillosa hija.
Marcos era feliz ganándose la vida con la gastronomía y con la alfarería.
Aunque parezcan no tener afinidad ambas actividades, allí estaba el amor, el buen gusto y la creatividad del artista.
Era una vida azarosa, absorbía todo su tiempo. Por suerte armó una pequeña empresa, bien organizada. Con un cocinero y mozas por un lado, y, con un socio ceramista por el otro.
En realidad, había heredado estas cualidades de sus progenitores.
... La brisa del mar despeinaba sus cortos y prolijos cabellos. Caminaba lentamente por la orilla, descalzo, con las manos en los bolsillos, como guardando precioso tesoro. Camisa y pantalón de bambula color blanco.
... Todo parecía armónico, su mirada que buscaba el horizonte, la tarde que iba cayendo.
... El sol que a diario lo saludaba antes «de irse a la cama del mar a dormir», tal como lo expresa el cantautor español Sabina.
Se levantaba bien temprano, apenas despuntaba el alba, se sentaba frente al mar. Muchas veces sentía la misma brisa que los acariciaban a él y a Margareth cuando se conocieron. Brisa, que se parecía mucho al calor de los brazos de su amada.
Frente al mar le escribía a su amor ausente, le hablaba, sabía que lo estaba escuchando…





Querido lector, llegamos al punto de partida de mis entregas, ¿recuerdas el hermoso poema que te regalé al comenzar el blog?, bueno ya sabés que es de autoría de Marcos, llorando por su amor.

Como verás la historia no tiene un final, te pregunto,...¿qué final elegirías?, ¿realmente, Marcos fue el protagonista?, ¿qué destacarías de los otros personajes?.

Seguro que pensarás que soy machista, para nada. La sociedad es así. Si relees el cuento verás que las mujeres también tuvieron sus papeles protagónicos.

Siempre he escrito poemas, reflexiones, cuentos cortos para adultos y para niños, es la primer novela corta que escribo, por eso deseo tu opinión.

sábado, 9 de agosto de 2008

Una pregunta al Dalai Lama

Lo recibí vía mail, de una presona muy cercana a mi persona. Es una reflexión que nos toca a todos. La pregunta es...


¿Qué le sorprende más de la humanidad?

Y el respondió...

Los hombres...

...Porque pierden la salud para ganar dinero, después pierden el dinero para recuperar la salud.

Y por pensar ansiosamente en el futuro no disfrutan el presente, por lo tanto no viven ni el presente ni el futuro.

Y viven como si no fueran a morir nunca,...y, mueren como si nunca hubieran vivido.


¡Cuán sabios pensamientos!

jueves, 7 de agosto de 2008

Un hombre,...una vida








(Vistas de San Isidro y de una niña blanca y rubia)




Marcos Levit (II)

Al cabo de esos tres meses la feliz pareja viaja a Londres, donde se hacen la respectivas presentaciones, ponen al tanto de los hechos a los padres de la joven y les comunican que se irían a vivir a Argentina, pues allí Marcos tenía con su padre un estudio de arquitectura.
Se instalaron en la casa de Marcos, en la planta superior del estudio, donde habían construido un departamento de tres ambientes con la idea de alquilarlo algún día.
Margareth se adaptó rápidamente a sus suegros, a su cuñada María Isabel, quien vivía en el Barrio de Saavedra frente a un gran parque que olía a eucaliptos, tilos y flores. Le encantaba caminar por las callecitas de San Isidro, pues recordaba los suburbios londinenses. Estaba maravillada con el río, la vegetación y el clima del lugar.
Ni bien se instalaron, se casaron. Pronto nació una niña rubia, blanca, hermosa como la madre. Le pusieron Helena, nombre griego que significa,…”bella como el sol del amanecer”.
Marcos era un excelente compañero, cocinaba manjares exóticos, parecía amar más la gastronomía que la arquitectura.
Helenita tenía 10 años cuando perdió a su madre en un accidente de tránsito, había dejado a la niña en la escuela y se aprestaba a ir al centro por trámites, cuando chocó y murió en el acto.
Fue un golpe muy duro para toda la familia, Mateo y Zulma la habían adoptado como si fuera una hija.
A partir de esa situación, todo comenzó a complicarse. Mateo era grande, y, luego de una cruel enfermedad, parte.
La casa estaba quedando grande. Zulma ayudaba en la crianza de Helenita, mientras Marcos, con socio nuevo, seguía en el estudio.

lunes, 4 de agosto de 2008

Mes de Agosto,...Día del Niño



¡Qué negocio el consumismo!. Pero todo sea por los niños. Ellos son el futuro.

En realidad, hoy, quiero saludarte a tí que ya no tienes la edad de un niño. Tal vez tengas 20, 30, 45, 60, o, más años. Sí, a tu niño interior deseo saludar. Que sea feliz, que mantenga siempre la inocencia, la bondad, la humildad, la solidaridad, el compañerismo que lo caracterizó, y, por sobretodo que nunca abandone la capacidad de asombro.

Deseo saludar a ese niño, que día a día, tienes la obligación de proteger. Es quien te da alegría, quien te da salud. Puede que el correr de los años te dejen arrugas en el rostro, que se vaya deteriorando tu cuerpo,...pero, si tu niño interior sigue vivo,...mantendrás tu identidad.


¿Qué te afecta más,...tener una arruga en el rostro, o, una arruga en el alma?

¡Tú decides!


De mi parte, ¡Feliz Día! al niño interior de todos mis lectores, y, al mío propio.

domingo, 3 de agosto de 2008

Un hombre,...una vida


(Vista de playas de Niza)
Marcos Levit (I)

Querido lector, llegamos a Marcos. ¿Será el protagonista central?, ¿será el último de los protagonistas del cuento?,…veremos como transcurre su vida, en una de esa el protagonista del cuento, terminas siendo tú.



… Como hemos visto, Marcos nació en el seno de una familia de clase media, que se fue acomodando gracias al trabajo, y, al apoyo familiar basado en el amor.
Si bien las familias de los abuelos estaban distanciadas con los padres, éstos, no le prohibían verlos y cada tanto viajaba con su hermana al campo y/o hasta San Martín en el Gran Buenos Aires.
Sara se desvivía por atenderlos, ya era grande, veía poco, pero a pesar de su salud resquebrajada se las ingeniaba para jugar con ellos y prepararle kuguel, que según los niños,…”eran los fideos más ricos que habían comido en su vida”…
Marcos había heredado la vocación y el profesionalismo de su padre, y, las destrezas manuales de su madre.
Ya arquitecto, con inclinaciones hacia el arte, dibujaba, pintaba, trabajaba en el estudio de su padre, y, de tanto en tanto, amasaba la arcilla que lo transportaba a otro mundo, lo energizaba, le ayudaba a descubrir su interior, de dónde venía, hacía dónde iba. Así y todo, no podía entender las luchas y discriminaciones étnicas que se daban, y, hacia pueblos determinados.
El mundo que se había creado, era la arcilla y él, y estaba dispuesto a no abandonarlo mientras viviera.
Cuando juntó algo de dinero se tomó 45 días de vacaciones.
Marcos marchó a la aventura, se fue a la India donde estuvo en Calcuta y en el Tibet, luego visitó en Tailandia al Buda de Oro.
En estos lugares encontró la paz espiritual que tanto buscaba. Sintió la misma energía que sentía cuando amasaba la cálida arcilla. Se sentía pleno, lleno de luz.
Como aún le quedaba algo de dinero, viajó a Correns a visitar a su tía Judit y a conocer la clínica de Niza.
Un día,…recorriendo las playas del sur de Francia, arenas claras, mar azul y un ambiente europeo selecto, encuentra a su prima con una amiga londinense, Margareth, que estaba de vacaciones.
No pasaron ni 48 hs que ya fueron pareja. Se hicieron muy compinches, siempre juntos, por la noche vivían su amor frente al Mediterráneo, que los espiaba, y, envidioso los cobijaba. El mar a veces se confabulaba con el viento, y, ambos, creaban una suave y fresca brisa, que entraba por la ventana entreabierta del cuarto de los enamorados, y, así acariciaban a la pareja que yacían, desnudos, abrazados y dormidos, en su lecho de amor.
Marcos, ya, no tenía dinero, pero su amor por Margareth le impedía el regreso. Decidió aprovechar sus conocimientos lingüísticos y empezó a trabajar en uno de los restaurantes de la Costa Azul. Así, se mantuvo tres meses,...le alcanzaba para pagar una pieza, frente al mar, en una casa amiga de la familia de Margareth, donde se hospedaba, ella, también.
Y, el amor da sus frutos, a orilla de ese mar tan azul, en ese lugar realmente paradisíaco, pronto tuvo la feliz noticia que sería padre.
Toda su plenitud espiritual, estuvo presente en ese momento.